Gobierno bolivariano de venezuela Ministerio del Poder Popular Para Relaciones Interiores Justicia y Paz - MPPPRIJP

Desde su designación como vicepresidente Sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz; y como ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz en agosto de 2024, el capitán Diosdado Cabello ha desempeñado una de las gestiones más combativas y transformadoras en la historia reciente de Venezuela. 

Su trabajo se ha basado en la consolidación de una política de seguridad que busca el control territorial y el desmantelamiento de las principales estructuras criminales en el país. 

Uno de los hitos que simbolizó esta estrategia fue la neutralización -bajo intervención legal- en enero de 2025, de Wilexis Alexander Acevedo Monasterios, alias “Wilexis”, uno de los 10 criminales más buscados y temidos en el país. Su muerte, tras un intenso enfrentamiento con funcionarios de los diferentes cuerpos de seguridad, no solo puso fin a una figura que aterrorizó a la población, sino que también abrió un nuevo capítulo en la lucha del Estado venezolano contra los Grupos de Delincuencia Organizada (GEDO).

Durante años, Wilexis se había erigido como un símbolo de la impunidad y la criminalidad en Venezuela. Con su centro de operaciones en el sector José Félix Ribas, en la parroquia Petare, el cual era considerado uno de los barrios más grandes y peligrosos de América Latina, lideraba una banda de alrededor de 150 a 200 miembros, acusados de extorsión, secuestro, narcotráfico y homicidio. 

A pesar de los esfuerzos de las autoridades por capturarlo desde 2019, la topografía laberíntica del barrio y el perfil discreto del delincuente dificultaban su aprehensión. Su banda no solo operaba en la impunidad, sino que también instauró un "paraestado" en la comunidad, donde los vecinos acudían a él para resolver disputas, convirtiéndolo en una especie de juez y verdugo.

La recompensa de $150 mil dólares que pendía sobre su cabeza reflejaba la peligrosidad y el impacto de sus crímenes. Sin embargo, a pesar de su amplio portafolio criminal, Wilexis cultivó una imagen de "Robin Hood" entre algunos habitantes de dicha localidad, a quienes supuestamente apoyaba con donaciones o fiestas infantiles. Esta dualidad de criminalidad y supuesta benevolencia social le permitió consolidar un control férreo sobre el territorio. 

No obstante, la muerte de alias “Wilexis”, anunciada por el vicepresidente Sectorial  Cabello el pasado 22 de enero de 2025, se produjo mediante una operación especial del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), en la carretera Petare-Santa Lucía, Filas de Mariche. 

Su neutralización fue calificada por el también titular de la cartera para Relaciones Interiores como un paso hacia la paz para el municipio Sucre y Caracas; y se enmarca en la estrategia de seguridad del Estado venezolano en la lucha contra los GEDO, como han sido la políticas instruidas por el presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros de neutralizar a los cabecillas de las principales bandas criminales del país.

La neutralización de Wilexis y de algunos miembros de su banda le permitió al Gobierno Bolivariano, reimpulsar el Plan Antonio José de Sucre, una iniciativa anunciada por el presidente Nicolás Maduro en enero de 2025 y concebida como una respuesta integral a las problemáticas que afectan a las comunidades, especialmente en áreas como la parroquia Petare. 

Sin embargo, la violencia y el control territorial ejercido por estas bandas, habían creado un ambiente de inseguridad que obstaculizaba no solo el acceso a servicios básicos, educación y oportunidades de desarrollo; sino que también la implementación de este plan. 

Por lo tanto, gracias a la caída de este líder criminal se generó un cambio en la dinámica de poder con el restablecimiento de la autoridad del Estado en la parroquia. Así como también facilitar la ejecución del Plan Antonio José de Sucre no solo mediante la intensificación de las operaciones de los cuerpos de seguridad con el objetivo de garantizar la estabilidad y la paz, sino también a través de la implementación de programas sociales y de infraestructura que estaban pendientes.  

Con la restauración del orden público en la parroquia Petare, se dio paso al desarrollo del Plan Antonio José de Sucre, bajo la supervisión del ministro Diosdado Cabello en materia de seguridad ciudadana y el diputado Pedro Infante como jefe del programa; el cual incluye una serie de programas sociales diseñados para abordar las necesidades urgentes de la población. 

Entre ellos, se encuentran la creación de centros de atención integral que ofrecerán servicios de salud, educación y capacitación laboral. Los cuales, tienen como finalidad buscan empoderar a los ciudadanos al brindarles las herramientas necesarias para mejorar su calidad de vida y fomentar la cohesión social.

Además de los programas sociales, el Plan contempla una inversión significativa en infraestructura. La rehabilitación de espacios públicos, como parques y centros comunitarios, es una prioridad. Estos espacios no solo mejoraran la estética de la zona, sino que también servirán como lugares de encuentro y recreación, promoviendo un sentido de pertenencia y unidad entre los habitantes.

Un claro ejemplo de las inversiones en infraestructura del Plan Antonio José de Sucre, es la rehabilitación del Centro Deportivo Cultural La Bombilla, el cual, de acuerdo con lo especificado por el diputado Pedro Infante durante su reinauguración, ofrece programas y escuelas deportivas para niños y jóvenes en disciplinas como baloncesto, voleibol y fútbol sala.

Otro de los grandes logros del Plan Antonio José de Sucre en lo que va de 2025 gracias al apoyo, no solo Pedro Infante, sino también del ministro Diosdado Cabello, es la realización de jornadas de atención social en las diferentes zonas de la parroquia, por ejemplo en el barrio La Bombilla, donde no solo se ofrecieron los servicios esenciales, sino que también se brindó atención en áreas como alimentación, salud, cedulación, entre otros. 

Este programa, que combina seguridad, inversión social y reconstrucción comunitaria, simboliza el compromiso del Gobierno Bolivariano por transformar realidades, demostrando que la paz no se construye solo con operativos policiales, sino con justicia social y presencia integral del Estado. 

Asimismo, el Plan Antonio José de Sucre se erige así como la prueba definitiva de que Venezuela puede vencer la violencia cuando combina firmeza institucional con inclusión social, un legado que se ha hecho presente en la gestión del ministro Diosdado Cabello que definirá el futuro de las comunidades más vulnerables del país.